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Balance Hídrico Superficial de Bolivia









                     2.  Antecedentes y objetivos





                     En mayo de 2012 el Viceministerio de Recursos Hídricos y Riego de Bolivia (VRHR)
                     dependiente del MMAyA adjudicó a la Consultora española INYPSA la realización del
                     estudio del Balance Hídrico Superficial de Bolivia como parte del Contrato de Asistencia
                     Internacional de la Delegación de la Unión Europea en Bolivia al Programa de Apoyo
                     Sectorial al Plan Nacional de Cuencas (ASPNC). El VRHR, como cabeza de sector, es
                     el principal gestor del estudio ya que éste coadyuva al desarrollo del conocimiento y de
                     las capacidades de gestión y negociación del recurso hídrico, mediante la generación de
                     instrumentos para la protección, preservación y uso de este recurso.

                     Un balance hídrico consiste en la determinación de los diferentes componentes
                     de entradas y salidas de agua de una cuenca y sus interrelaciones, en un período
                     determinado. El sistema recibe entradas de agua de las precipitaciones, de sistemas
                     contiguos a través de acuíferos y de la red fluvial, y genera salidas de dicha red -en
                     forma de caudal superficial- a través de los cauces, y caudal subterráneo a través de
                     acuíferos. El balance se completa con salidas a través de la evapotranspiración y una
                     variación del volumen almacenado en los acuíferos. A partir de un estudio del balance
                     hídrico es posible hacer una evaluación cuantitativa de los recursos de agua de una
                     cuenca y sus modificaciones por influencia de las actividades del hombre.
                     La determinación del balance hídrico de lagos, cuencas superficiales y aguas
                     subterráneas, es fundamental para conseguir un uso más racional del agua en el espacio
                     y en el tiempo, así como para mejorar el control y redistribución de este recurso; por
                     ejemplo: en el caso de trasvases de cuencas. El balance hídrico ayuda en la predicción
                     de las consecuencias debidas a cambios artificiales en el régimen de ríos, lagos y aguas
                     subterráneas. La información que proporciona, de las cuencas hidrográficas para cortos
                     periodos de tiempo (estaciones, meses, semanas y días), se utiliza para explotación de
                     embalses y para predicciones hidrológicas.

                     El conocimiento del balance hídrico es también muy importante para el estudio del ciclo
                     hidrológico. Con los datos del balance hídrico es posible comparar recursos específicos
                     de agua en un sistema, en diferentes períodos de tiempo y establecer el grado de su
                     influencia en las variaciones del régimen natural.

                     Metodologías para la elaboración de balances hídricos se encuentran en publicaciones
                     del Programa Hidrológico Internacional de la Organización de las Naciones Unidas para
                     la Educación, la Ciencia y la Cultura (PHI-UNESCO, 2006).
                     Para el caso de la determinación del balance hídrico, cuando por motivos diversos
                     no se cuenta con estaciones de medición o no se dispone de lecturas periódicas, los
                     modelos elaborados tienen incertidumbres asociadas; sin embargo, actualmente existe
                     la posibilidad de disminuir estas dificultades haciendo uso de nuevas tecnologías y

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