Page 137 - CONTAMINACION DEL AGUA
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básicamente en los componentes de los recursos de biodiversidad, afectando el habitat
de la fauna. Los pobladores de la zona de estudio aseguran que han desaparecido espe
cies forestales de alto valor económico como el urendel, el quebracho, el cedro, la peri
lla y el lapacho. En cuanto a los animales silvestres, afirman que han desaparecido el
guaso y el chancho mono y que ya es muy difícil encontrar especies propias del lugar
como el acutí, la corsuela, el jochí, loros y tucanes.
A la deforestación provocada por las empresas madereras —señalan los pobladores—
se ha sumado la que realizan las petroleras. Las brechas que abren estas últimas en los
bosques son utilizadas como caminos de acceso hacia lugares hasta hace poco inaccesi
bles para la explotación de madera. Las autoridades prefecturales y municipales, y las ONGs,
no cuentan con información precisa sobre la cantidad de superficies deforestada en la zona.
La deforestación, además de influir en la disminución de agua, afecta a los pue
blos originarios. Los pobladores constatan cada día que la recolección de frutas silves
tres, la caza de animales para consumo familiar y la materia prima para desarrollar
artesanías se ven disminuidas permanentemente. Opinan que los cambios climáticos se
deben, en gran parte, a la tala de los bosques, provocando que la época de lluvias se
retrase y que ésta sea de corta duración en comparación a décadas pasadas.
2.3. Impactos en la ganadería
La actividad ganadera en la zona se realiza en forma pastoril y en poca cantidad. No se
tiene un sistema de manejo, por lo tanto el ganado transita libremente en la zona. Las
grandes áreas concedidas para la exploración y explotación petroleras han afectado el
uso de áreas de pastoreo.
Otro impacto evidente es la contaminación de las fuentes de agua que contienen
trazas de hidrocarburos y que ponen en riesgo la subsistencia del ganado, debido a que
éste consume agua directamente de las quebradas y ríos. Este impacto es manifiesto en
las comunidades Ipa, Camatindi y San Antonio.
En las comunidades de San Antonio y Capirendita, que se encuentran en el inicio
de la llanura del Chaco, hay poca cantidad de agua y el ambiente es más seco. Ese he
cho, sumado al agua contaminada que consume el ganado, ha ocasionado abortos fre
cuentes, tal como los pobladores lo han denunciado públicamente. Personas
entrevistadas por este estudio señalan que las reproducción del ganado ya no es como
antes y que la tendencia es de un parto cada dos años.
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