Page 149 - CONTAMINACION DEL AGUA
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pie de la Serranía Aguaragüe.  Los actores internos consultados, especialmente los téc­
            nicos, ratifican que el Estado no está en condiciones ni tiene la capacidad de hacer cum­
            plir la normativa ambiental y,  por tanto,  las empresas  mencionadas  actúan sin  mayor
            control, supervisión y vigilanciam, hecho que impide alcanzar los objetivos planteados
            por la ley (Ríos, J; 2001).
                El tercer objetivo de la Ley de Medio Ambiente señala:

                Prevenir, controlar, restringir y evitar actividades que conlleven efectos nocivos y peligrosos para la
                salud y/o deterioren el medio ambiente.

                Como  se sabe,  la actividad petrolera,  por su propia naturaleza,  conlleva riesgos
            para los recursos aguas y suelo y para la salud de los pobladores del entorno en el que
            se desarrolla. La actividad petrolera conlleva riesgos en sus dos etapas principales: en la
            fase de exploración por la perforación de pozos y el uso de elementos químicos  tóxi­
            cos; y en la etapa de explotación porque se producen lodos y residuos hidrocarburíferos
            que,  cuando surge  descontrol  o  particulares situaciones de contingencia,  contaminan
            los recursos naturales antes mencionados (Villena; H. 2001).
                El cuarto y último objetivo de la ley analizada indica:

                Normar y orientar las actividades del Estado y la sociedad en lo referente a la protección del medio
                ambiente y el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales a objeto de garantizar la satis­
                facción de las necesidades de la presente generación y futuras generaciones.

                Este objetivo expresa un ya viejo debate sobre la exploración racional de los re­
            cursos renovables y no renovables. Los preocupantes hechos de contaminación por hi­
            drocarburos que se registran en este estudio indican, a propósito del debate mencionado,
            que al menos son insuficientes aquellos argumentos que privilegian en enfoque econó­
            mico del problema cuando afirman que el país no puede “darse el lujo” de no explotar
            los  recursos  naturales que posee. Y como el debate permancece abierto, y antes que
            los procesos de contaminación y depredación sean incontrolables, parece necesario vol­
            ver a analizar los conceptos de sostenibilidad hasta ahora desarrollados y, en el caso con­
            creto de la temática del presente estudio, relacionarlos con mayor profundidad con las
            políticas vigentes en el sector de hidrocarburos.





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