Page 32 - BOLIVIA, AGUA Y MEDIO AMBIENTE
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Aníbal Mayta López y Alfredo Durán Nuñez del Prado
obras hidráulicas con la finalidad de incrementar la
oferta de agua superficial. Dicho proceso permitió
la intensificación de la producción agropecuaria,
incrementando principalmente la producción bajo
riego.
Según los estudios realizados por Rocha y
Mayta (2007), en los años 80 con el agua de las
represas (Laguna Robada y Lluska Khocha), pozos y
aguas de río la producción era principalmente maíz
grano, alfalfa y algunos cereales (trigo, avena).
Luego de la implementación de la represa Totora
Khocha (1991) se produjo una mayor disponibilidad
de agua, siendo ésta utilizada para el riego de Figura 5. Cantidad de pozos perforados cada año
cultivos tempranos y hortalizas. Esta dinámica
productiva creó a su vez una mayor demanda La intensidad de perforación de los pozos también
de agua, que generó una mayor explotación de se puede observar a partir de los tres inventarios de
aguas subterráneas, al no existir posibilidades pozos realizados en el Abanico de Punata (Figura 4).
de incrementar en ese momento la oferta de En el primer inventario se identificaron 108 pozos, en
aguas superficiales. Asimismo, el crecimiento el segundo se registraron 203 pozos (2005) y en el
acelerado de la población generó un incremento último inventario, realizado el año 2012, se registró
de las demandas de agua para uso doméstico. un total de 307 pozos perforados, lo que significa un
Inicialmente estas demandas se satisfacían con el incremento de alrededor de 14-15 pozos nuevos por
agua proveniente de vertientes y pozos excavados año. No obstante, también se observa un importante
superficiales, pero paulatinamente mediante pozos incremento de los pozos abandonados (más del 20%
perforados. de los pozos, es decir, 1 de cada 5 pozos ha sido
Actualmente, los pozos de mayor capacidad abandonado).
son utilizados para riego como uso principal, otros
pozos de menor capacidad con fines de consumo
doméstico, además de algunos nuevos pozos para
uso industrial, y las nuevas demandas de agua
para riego solo pueden ser satisfechas con agua
subterránea, ya que incrementar la disponibilidad
de agua de fuentes superficiales (reservorios y
ríos) implica proyectos de gran envergadura y
fuertes inversiones, que como requisito previo a su
implementación, requieren importantes acuerdos
sociales y políticos, como lo demuestran los fallidos
proyectos de Yungas de Vandiola y Kewiña Qhocha
en el Valle Alto.
En los años 70 y 80 se iniciaron programas Figura 6. Cantidad de pozos según los inventarios realizados en
de perforación de pozos profundos cuya finalidad el Abanico de Punata
era conocer el real potencial de los acuíferos del Fuente (Mayta, 2012)
Abanico de Punata. Durante los primeros años El incremento de la cantidad de pozos perforados
la perforación de pozos era reducido (2-4 pozos/ también tiene estrecha relación con el incremento
año). Sin embargo, dado el éxito de los pozos y en de los volúmenes explotados en el Abanico Punata
vista de que Punata contaba con acuíferos con alta (Figura 7). Para el año 1998, se estimó un volumen
capacidad de almacenamiento y recarga, a partir de de extracción de 11.6 Hm3. Después de 7 años, el
los años 90 la perforación de pozos se incrementa volumen se incrementó a 12.9 Hm3 y para el año
bruscamente llegando a perforar el año 1996 un 2012 la extracción de agua subterránea se elevó a
total de 23 pozos. La Figura 5, muestra la evolución 16.8 Hm3. En contrapartida, la recarga estimada
de los pozos perforados en el Abanico de Punata para el año 2012 para el abanico de Punata es de 2
desde los años 70. a 3 Hm3 solamente. Comparando los valores de la
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