Page 94 - MONITOREO DE CONTAMINACIÓN DE LA CUENCA DEL RÍO PILCOMAYO
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Cuando se utiliza el cloro (gas o hipoclorito en solución) para la desinfección, los
principales parámetros a medir, además de los parámetros ambientales tales como pH o la
temperatura, son el número de organismos y el cloro residual presente después de un
período de tiempo determinado. El grupo de los organismos coliformes se puede
determinar empleando el procedimiento del número más probable o mediante el método
de recuento en placas.
El cloro residual (libre y combinado), se debe medir empleando el método amperométrico,
cuya mayor fiabilidad respecto a los demás métodos existentes en la actualidad ha sido
probada.
Cuando todos los parámetros físicos que controlan el proceso de cloración se mantienen
constantes, la eficacia germicida de la desinfección medida a partir de la supervivencia
bacteriana, depende principalmente del cloro bactericida residual presente y del tiempo de
contacto.
El uso de carbón activado proporciona una completa adsorción tanto del cloro residual
libre como del combinado liberando el agua del sabor típico de la coloración pero con el
riesgo de recontaminación rápida del agua.
La importancia histórica de la desinfección es de haber hecho desaparecer las grandes
epidemias hídricas pero es necesario enfrentar los nuevos riesgos como la formación de
los Tri-Halo-Metanos (THM), a partir de la cloración y la aparición de los nuevos
gérmenes patógenos resistentes.
Es importante observar que nada sirve un tratamiento de potabilización de las aguas
si la calidad se degrada en la red de distribución y de conservación domiciliaria.