Page 114 - Zonificación Agroecológica - Tarija
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Aspectos legales e institucionales
en encomiendas que pagaban tributos a un encomendado español, con derecho sobre la mano de
obra india y los bienes producidos por ellos (Morales, 1990).
Las transformaciones socio-económicas, políticas, culturales y ecológicas ocasionadas durante el
periodo colonial dieron fin a los patrones ancestrales de ocupación territorial y uso de la tierra. Se
establecieron nuevos patrones de uso, de tenencia de la tierra y nuevas formas de manejo de los
recursos naturales. A estos factores se deben en gran parte los procesos de erosión y degradación
en las zonas altas y valles (Libermann y Qayum, 1994). En este marco, el departamento de Tarija y
particularmente el Valle Central, ha tenido un rol fundamental en la producción forestal y
agropecuaria para abastecer las demandas de los centros mineros, situación que provocó la
habilitación masiva de tierras y su deforestación (Corrado, 1884; Gutiérrez, 1989).
Entre las principales influencias ocasionadas por estos nuevos patrones de uso y formas de manejo
de la tierra, se encuentran:
- la introducción del ganado vacuno, caprino, ovino y equino de pezuñas duras y cortantes.
El aumento del número de estos rumiantes, reemplazando la crianza de los camélidos
andinos, muy adaptados a los ecosistemas andinos (debido, entre otros, a la planta
almohadillada que poseen y la forma cuidadosa que tienen de pastorear), llevó al
sobrepastoreo y consecuentemente a la degradación de los suelos.
- con la conquista española se introdujeron nuevos cultivos y nuevas técnicas de manejo, los
cuales causaron el gradual abandono de técnicas y prácticas agrícolas ancestrales de
conservación de suelos y aguas, causando en parte un desequilibrio ecológico.
- el crecimiento poblacional y la actividad minera produjeron una mayor demanda de leña y
materiales de construcción, situación que ocasionó la deforestación de la mayoría de los
bosques de la zona alta y los valles (Brockmann, 1986; Rist y San Martin, 1991).
5.1.3 Periodo republicano
Al nacer Bolivia a la vida independiente, la minería se hallaba paralizada, por lo que el Estado
recurrió al tributo de los sectores campesinos que en el siglo XIX constituían dos tercios de la
población y basaban su subsistencia en la agricultura y el trueque. Hacia 1860 muchas tierras
fueron arrebatadas a los campesinos, formándose grandes latifundios y una capa de terratenientes.
Hasta 1930 muchas comunidades habían perdido entre la mitad y dos tercios de sus tierras, así
como provocó una disminución correspondiente de los comunitarios libres. Muchas comunidades
se vieron arrinconadas a tierras marginales de baja productividad (Morales, 1990).
Hacia mediados de siglo XX se vivía en el campo una situación muy desequilibrada: el 6% de los
propietarios controlaba el 92% de toda la tierra, mientras que el 60% de los agricultores poseían en
conjunto el 0,2% de la tierra (Dunkerley, 1988). El trabajador rural podía trabajar la tierra ya sea
entregando al dueño la mayor parte de su producción o trabajando en los campos de la hacienda 4-
5 días a la semana con su propia semilla, herramientas y animales de laboreo. La obligación de
prestar servicios en calidad de “pongo” (sirviente) se mantuvo hasta la revolución de 1952, pese a
haber sido abolida en 1945 por el gobierno de Villarroel. El resultado de este sistema feudal
ZONIFICACIÓN AGROECOLÓGICA Y SOCIOECONÓMICA DEL DEPARTAMENTO DE TARIJA
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