Page 72 - control de calidad del agua cuenca Río Bermejo
P. 72
11. CONCLUSIONES
• En general hay una gran variación de caudal entre el periodo de lluvias y el
periodo de estiaje, lo cual puede ser un indicativo de la necesidad de obras de
regulación para el aprovechamiento hídrico racional y desarrollo de la agricultura
en la Cuenca alta del Bermejo.
• El 96,7% de las muestras tomadas a lo largo de la campaña, corresponden a
aguas clase C1S1 o C2S1, correspondientes a aguas muy buenas para riego,
con bajo a mediano riesgo de salinización y bajo riesgo de alcalinización (ver
remarcado azul en Gráfica 2), el 3,7% de las muestras corresponden a aguas con
alto riesgo de salinización y bajo riesgo de alcalinización C3S1, específicamente
a la Quebrada el Nueve. (PC-13) y Río Grande de Tarija (PC-14).
• En general, los niveles de contaminación más bajos y las mejores clases de agua
según actitud de uso, ocurren durante el periodo de lluvias, específicamente
luego de varias lluvias, en los primeros meses de cada año, sin embargo en
cursos de agua poco contaminados como el rio Bermejo, se presentan mejoras
clases de agua en el periodo de estiaje, donde el agua es cristalina, de baja
profundidad y bien irradiada lo que acelera los procesos autodepurativos.
• Los niveles de contaminación más elevados y las peores clases de agua según
actitud de uso, ocurren antes o durante el inicio del periodo de lluvias,
específicamente durante las primeras lluvias y avenidas, a finales de cada año,
debido al conocido fenómeno de histéresis.
• No se han encontrado niveles detectables de metales pesados solubles en
ninguna muestra.
• En todos los casos tanto las dosis de radiación medidas en cada punto de
muestreo como los promedios de cada campaña, nunca sobrepasan la dosis de
radiación considerada como normal, según las normas internacionales, 0,35
mSv/h
• Desde el punto de vista hidrogeoquímico, el 83,7% de las muestras corresponden
a aguas sulfatadas cálcicas o magnésicas y el 16,3% a aguas bicarbonatas y
cloretadas.
• El 20,7% de las muestras tomadas corresponden a aguas de Clase B, el 32,6% a
Clase C y el 43,5% a Clase D, tan solo se ha encontrado que el 3,2% de las
muestras son de agua de Clase A (PC-21,PC-22 y PC-1).
• En general se nota un incremento del 100% de los puntos de control de Clase D
en referencia al estudio del 2012, con desmejoramiento notorio de la calidad del
agua en toda la cuenca.
72