Page 128 - Auditoria sobre los resultados de la gestión ambiental del Río Gualdalquivir
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agua receptor, en este caso nos referimos a la quebrada Cabeza de Toro, afluente del río
Guadalquivir. Estas industrias son las curtiembres San Juan y San Lorenzo y el matadero
municipal, las dos primeras cuentan con registro ambiental (RAI) que datan del año 2013 y
sólo una de ellas (curtiembre San Juan) ha presentado su IAA el año 2014. Para el caso del
matadero, esta actividad no cuenta siquiera con registro ambiental (RAI), lo que implica
que no ha realizado ningún proceso de adecuación ambiental.
Respecto de la curtiembre San Juan, su Informe Ambiental Anual (2014) indica que siete
de los parámetros medidos en sus efluentes, no cumplían con los límites establecidos en el
anexo 13-C del RASIM, sin embargo para cuando la Contraloría realizó el trabajo de
muestreo de aguas en la cuenca, en noviembre de 2015, se advirtió que esta curtiembre ya
contaba con una planta de tratamiento de aguas residuales en funcionamiento. La muestra
tomada por la Contraloría corresponde a la que se vierte al cuerpo receptor, que proviene
de la mezcla de las curtiembres San Juan y San Lorenzo, situadas una al lado de la otra.
Cabe destacar que la descarga de la curtiembre San Lorenzo, presentaba una coloración
café intenso, lo que lleva a presumir que esta última, a diferencia de la curtiembre San Juan,
no realiza tratamiento a sus efluentes.
La calidad de los efluentes de estas tres actividades industriales se puede apreciar en las
gráficas de los mapas 13 y 14 del anexo 4 que acompaña a este documento, donde se
observa que las curtiembres (la contaminación proviene principalmente de la curtiembre
San Lorenzo), y el matadero municipal presentan altas concentraciones de carga orgánica
(DBO, DQO), nitrógeno amoniacal, colifecales y aceites y grasas. Se debe destacar que los
efluentes del matadero son los de mayor impacto ambiental por el elevado nivel de
contaminación que presentan, como se puede advertir en los gráficos de los mapas
señalados. Esta evaluación pone en evidencia el impacto ambiental ocasionado por el sector
industrial debido al nivel de contaminación que conlleva el vertido de estas descargas
industriales a los cuerpos de agua y/o a la red de alcantarillado sanitario.
En lo que respecta al municipio de San Lorenzo, los resultados obtenidos muestran que la
única industria que ha presentado su IAA (único registrado) en el periodo evaluado,
descarga efluentes que supera los límites permisibles establecidos en el RASIM en dos
parámetros, sólidos suspendidos y nitrógeno total.
Lo señalado permite advertir que entre los años 2008 y 2015 no ha mejorado la calidad de
los efluentes vertidos por las industrias en los municipios de Tarija y San Lorenzo, aspecto
que se vio reflejado en los reportes de automonitoreo presentados en este periodo a través
de los Informes Ambientales Anuales y en los reportes de monitoreo presentados por
COSAALT para el caso de Tarija, y se ha ratificado en los resultados de las muestras
tomadas como parte de la presente auditoría.
Los parámetros que de manera reiterada superan los límites permisibles en las descargas
industriales de manera general y en todo el periodo evaluado, corresponden a la DBO,
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