Page 147 - Auditoria sobre los resultados de la gestión ambiental del Río Gualdalquivir
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K2/AP11/S15-E1
A nivel de afluentes, los ríos
Tolomosa y Camacho, no
representan una fuente de impacto
negativa, más por el contrario
contribuyen a mejorar la calidad de
las aguas del río Guadalquivir, ya
que estos ríos presentan aguas de
calidad media que son aptas para
riego tal como sucede en la práctica
pues se ha verificado la existencia de
extensas áreas agrícolas y las tomas
de agua para riego que derivan de
estos ríos, las tomas del río Camacho
Áreas de cultivo – municipio de Uriondo han sido graficadas y se puede
apreciar en el mapa 12 del anexo 4. Cabe aclarar que si bien estos ríos son de mejor calidad
y contribuyen a mejorar la del río Guadalquivir, no logran que éste cambie el rango de
aguas de calidad mala.
A diferencia de estos el ríos, el Santa Ana, presenta un rango de calidad de aguas malas
(color naranja) lo que indica que éste, por lo menos en el sector de confluencia con el río
Guadalquivir, no tiene la calidad necesaria para ser empleado en riego de cultivos o para
actividades de recreación de contacto directo.
Al final de la zona de estudio, metros antes de la zona de El Angosto y por un proceso
natural de autodepuración, las aguas del río Guadalquivir, luego de recorrer cerca de 4 km
desde el punto P38, pasa al rango de aguas de calidad media (color amarillo) a la altura del
punto P40, subiendo el valor del ICA a 53,9, sector en el que las aguas del río nuevamente
tienen la calidad mínima necesaria para ser empleadas en actividades agrícolas y de
recreación, aunque esto último no es recomendable.
El gráfico que acompaña el mapa 12 muestra claramente como la mayor parte de los puntos
monitoreados en el río Guadalquivir (9 de 14), presentan valores del ICA por debajo de 50,
lo que indica que en el año 2015, la mayor parte del curso río no tuvo la calidad necesaria
para ser empleado en actividades agrícolas y de recreación.
El análisis de la calidad de las aguas del río Guadalquivir y sus afluentes de acuerdo a su
aptitud de uso, particularmente en lo que se refiere a actividades agrícolas, ha sido
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complementado con datos acerca de la salinidad de los suelos , que para nuestro caso ha
sido analizado a partir de la conductividad medida en los cuerpos de agua, parámetro
asociado a la concentración de sales disueltas. De acuerdo a los resultados obtenidos en la
medición de este parámetro, podemos señalar complementariamente que en la mayor parte
de la zona agrícola identificada en la cuenca, las aguas del río Guadalquivir califican como
96 A partir de la clasificación realizada por la USDA (Departamento de Agricultura de los Estados Unidos).
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