Page 164 - Auditoria sobre los resultados de la gestión ambiental del Río Gualdalquivir
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Esta afectación del río Guadalquivir por las descargas vertidas en los municipios de San
Lorenzo y Tarija, persiste a lo largo de su trayecto hasta casi el final de la zona de estudio
particularmente en términos de calidad, sin embargo en cuanto a la contaminación orgánica
se refiere, esta se retrae debido a un proceso natural de biodegradación y al movimiento de
las aguas que incrementan la cantidad de oxígeno disuelto reduciendo así la demanda de
este elemento, por lo que el río termina al final de la zona de estudio como moderadamente
contaminado con materia orgánica (ver mapa 14).
Las descargas que se generan en los municipios de Uriondo y Padcaya (cámaras sépticas y
plantas de tratamiento), afectan de manera particular al río Camacho, de acuerdo a los
resultados de los indicadores, estas descargas no han sido determinantes en la calidad de
estas aguas o en el grado contaminación orgánica de este río, por lo que calificó como de
calidad media y poco contaminado con materia orgánica a lo largo de su curso dentro la
zona de estudio (ver mapas 13 y 14). Esto se debe a que los caudales de descarga son
significativamente bajos respecto del caudal del río, sin embargo de ello no debemos dejar
de lado el hecho de que existe un impacto ambiental al momento de verter aguas residuales
que no cumplen con los estándares establecidos en la normativa ambiental vigente y que
eventualmente ante el crecimiento poblacional y de no aplicarse medidas preventivas,
afectarán la calidad de las aguas del río Camacho en un futuro cercano.
En lo que a consecuencias negativas asociadas a la calidad de los cuerpos de agua se
refiere, para el año 2008 no es posible hablar de impactos negativos respecto del uso del
agua del río en actividades agrícolas y de recreación, sin embargo, para el año 2015, esta
situación cambió, el índice de calidad mostró que el río presentaba en secciones
importantes de su extensión aguas de mala calidad, particularmente luego de recibir
descargas de aguas residuales como las plantas de tratamiento o las colectadas por las
diferentes quebradas que desembocan en el río Guadalquivir, ocasionando un impacto
ambiental negativo significativo que se extiende por varios kilómetros aguas debajo de la
zona de mayor presión antrópica, haciéndolo no apto para actividades agrícolas y de
recreación por zonas en las que sí se ha advertido que existe este tipo de actividades.
Los mayores aportes de contaminación producto de las descargas, que se manifiestan en el
índice de calidad (ICA-NSF) se encuentran en la turbiedad, fosfatos, DBO 5 y colifecales,
que a lo largo del río Guadalquivir, se presentan en concentraciones que superan los límites
permisibles para un cuerpo de agua clase C en el marco de lo que establece el Reglamento
en Materia de Contaminación Hídrica, (ver mapa 16).
En cuanto a la calidad biológica del río Guadalquivir, el comportamiento del indicador
BMWP/Bol es un tanto distinto toda vez de que hablamos de bioindicadores que responden
a condiciones de afectación de mayor data respecto de lo que expresan los parámetros
fisicoquímicos, que más bien reflejan a las condiciones de un momento puntual. Los
resultados de los bioindicadores hacen evidente la contaminación del río Guadalquivir,
pues dieron cuenta de la presencia predominante de especies resistentes a la contaminación
respecto del año 2008 cuando había presencia y variedad de familias cuya principal
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