Page 38 - Dinámica Fluviomorfológica del Rio Bermejo Inferior
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tros de control utilizados. La gran complejidad del fenómeno analizado y la falta de mediciones siste-
máticas en la zona de desbordes, que permitieran una calibración del modelo en este sentido, hacen
que sean innumerables las posibilidades de combinar las variables mencionadas, sin garantizar la ob-
tención de buenos resultados. Por lo tanto no se buscó la exactitud en los ajustes, sino que los desbor-
des modelados tendieran a lograr un buen acuerdo entre los valores medidos y calculados, lo que im-
plicaría que se está representando correctamente el problema físico.
Se presentan aquí los resultados obtenidos mediante la ubicación de dos vertederos: uno en la zona
de Fortín Belgrano (progresiva 287.9), de 500 m de ancho y cota de cresta 189 m IGM, y otro en la zona
de San Camilo (progresiva 478.4), de 200 m de ancho y cota de cresta 153 m IGM.
En la Figura Nº 104 se presentan, por un lado, los caudales líquidos ingresantes al sistema, y por el
otro, el contraste entre los caudales medidos y calculados en El Sauzalito y El Colorado, para la situa-
ción con desbordes. Puede observarse el buen ajuste logrado, sobre todo en El Colorado. Si se la com-
para con la Figura Nº 99, que es su análoga para la situación sin desbordes, se aprecia claramente el
descenso de los caudales máximos producido por el esquema de desbordes planteado.
En la Figura Nº 105 se presenta la comparación entre los niveles medidos y calculados en Puerto Lavalle,
situación con desbordes, observándose el buen ajuste alcanzado. Si se la compara con la Figura Nº 100, se
aprecia claramente el descenso de los niveles máximos en virtud de los desbordes modelados.
En la Figura Nº 106 se presenta la comparación entre los niveles medidos y calculados en El Colora-
do, situación con desbordes. En este caso el ajuste alcanzado no es muy bueno. Si se la compara con la
Figura Nº 100, se aprecia el descenso, quizá demasiado grande, de los niveles máximos. Es de resaltar
que, con el esquema de derivación planteado, los caudales calculados en El Colorado presentan un
buen ajuste con los medidos, pero no así los niveles. Esta aparente incongruencia, que se dio en mayor
o menor medida en todos los períodos analizados, indicaría la presencia de algún efecto no contem-
plado (problemas con la ley altura - caudales, errores en la determinación del cero de la escala, etc).
Este es un tema sobre el que resultará de interés investigar en lo sucesivo.
En la Figura Nº 107 se presenta el transporte sólido de arenas calculado en El Sauzalito, siempre con
desbordes. Se observa un buen ajuste de los valores calculados con los seis puntos medidos.
En la Figura Nº 108 se presenta la evolución de la cota del lecho en El Colorado. Tampoco aquí se contó
con los datos que permitieran la comparación con lo ocurrido en la realidad. En este caso se observa un
descenso máximo de la cota del lecho del orden de 0.90 metros (contra 1.60 metros para la situación sin
desbordes, Figura Nº 102). También en este caso se verifica una recuperación de la cota del lecho, del
orden de 0.20 m, que sigue la tendencia ascendente al fin del período de tiempo analizado.
La modelación de los desbordes permitió comprender el mecanismo de los mismos y su relación
con la morfología del río. Los resultados con el esquema de modelación adoptado se consideran muy
satisfactorios. Tal como se indicara, dicho esquema es perfectible, pero a partir mayor disponibilidad
de datos básicos que permitan una mejor implementación. Lo expresado se ve avalado por los resulta-
dos obtenidos para la crecida de 1983-84, que se presentan a continuación.
4. Período 1983-84. Análisis de la dinámica fluviomorfológica
En este período se produjo una creciente excepcional del río Bermejo, tal como puede apreciarse en
la Figura Nº 109, en la que se han graficado los caudales medios diarios ingresantes a la Baja Cuenca,
para el período 1/10/1983 - 31/10/1984. Puede observarse que hubo prácticamente un mes con cauda-
les superiores a los 2000 m3/s, con un pico de más de 12000 m3/s. Hubo en consecuencia importan-
tes desbordes que produjeron grandes superficies inundadas en la Baja Cuenca.
En este caso, para el contraste entre valores medidos y calculados, sólo se contó con los datos de El
Colorado, consistentes en caudales medios diarios, niveles líquidos y evolución de la cota del lecho del
río. Este último dato, de sumo interés ya que fue la única posibilidad de verificar los procesos de ero-
sión/sedimentación con el paso de una onda de crecida, fue levantado en el marco de la recopilación
de información básica realizada en este estudio (ver punto b.2) iv).
Al igual que en el período 1998-99, en primer lugar se realizó una corrida del modelo sin considerar
desbordes, y luego una con desbordes, a fines comparativos.
En la Figura Nº 110, se presentan, por un lado, los caudales líquidos ingresantes al sistema, y por el
otro, el contraste entre los caudales medidos y calculados en El Colorado, para la situación sin desbor-
des. Puede observarse el buen ajuste de base logrado en El Colorado. Las diferencias más pronuncia-
das se deben claramente a los desbordes existentes, más allá de los otros efectos presentes descriptos
en los anteriores períodos analizados.
En la Figura Nº 111 se presenta la comparación entre los niveles medidos y calculados en El Colorado. Valen
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