Page 39 - Dinámica Fluviomorfológica del Rio Bermejo Inferior
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también en este caso las consideraciones realizadas al obstante, si se comparan los volúmenes asociados
analizar los niveles en los períodos anteriores. a los caudales medidos y a los calculados, los mis-
En la Figura Nº 112 se presenta la evolución de mos resultan comparables, al compensarse las
la cota del lecho en El Colorado, en el supuesto áreas, tal como puede verse en la Figura Nº 114.
caso de que no se hubieran manifestado desbor- En la Figura Nº 115 se presenta la comparación
des en la crecida de 1983-84. La línea continua entre los niveles medidos y calculados en El Co-
representa la evolución calculada, mientras que las lorado, situación con desbordes, observándose el
marcas corresponden a los puntos medidos. Pue- buen ajuste alcanzado. Si se la compara con la Fi-
de observarse un descenso máximo calculado de gura Nº 111, se aprecia claramente el descenso de
la cota del lecho del orden de los 9 metros, verifi- los niveles máximos en virtud de los desbordes
cándose una recuperación de la cota del lecho, del modelados. Valen también en este caso los comen-
orden de los 6.50 m. El descenso del lecho medi- tarios realizados en el párrafo anterior.
do fue de 3.5 m, con una recuperación de 3 m. En la Figura Nº 116 se presenta la evolución de
Estos resultados permiten resaltar la importancia la cota del lecho en El Colorado. Es de resaltar el
de los desbordes del río, que constituyen un fenó- excelente ajuste obtenido entre los valores medi-
meno natural. En el hipotético caso de que el río Ber- dos y calculados. El grado de recuperación de la
mejo hubiera sido provisto de terraplenes en ambas cota del lecho calculado resulta también idéntico
márgenes que impidieran su desborde en toda su al medido. Esta verificación es de suma importan-
longitud, en la crecida de 1983-84 en la zona del cia porque permite confirmar lo ya señalado a lo
puente de El Colorado se hubiera manifestado una largo del informe, acerca de que tanto las erosio-
profundización del lecho del orden de los 9 metros. nes del lecho durante los picos de las crecidas,
Si bien esta es una situación llevada a un extre- como las deposiciones en las mismas secciones en
mo muy poco factible, permite resaltar el hecho las zonas de recesión de los hidrogramas, son bien
de que los terraplenes de defensa contra desbor- explicadas utilizando ecuaciones que calculan el
des del río, que naturalmente ocupa las zonas a transporte total de arenas. Esto permite concluir
proteger, deben realizarse teniendo en cuenta la que en situación de crecida el Bermejo inferior se
afectación que generan tanto en la morfología del comporta como un río de arenas muy finas (d50
curso principal, como en los estados de inunda- entre 80 y 100 micrones), con una carga de limos
ción en zonas no protegidas. En este sentido, el y arcillas en suspensión que se comporta como
modelo morfológico del Bermejo Inferior consti- carga de lavado. Los limos encontrados en abun-
tuye una herramienta valiosa a la hora de evaluar dancia en los muestreos superficiales durante
este tipo de obras. aguas bajas, son depositados en los meses poste-
Finalmente en la Figura Nº 113, se presentan las riores al período de aguas altas, y son los que dan
velocidades medias en la sección de El Colorado, la configuración definitiva a las secciones hasta el
siempre considerando que no hubiera desbordes. siguiente período de crecidas.
El máximo valor alcanzado es del orden de 3.80
m/s, lo que explica las erosiones calculadas. iii. Corridas de producción.
Con el mismo esquema de desbordes imple- Bajo este título se presentan las corridas de las
mentado para la crecida de 1998-99, se modeló la situaciones correspondientes a los escenarios de
crecida de 1983-84. manejo estudiados en la Alta Cuenca, que afectan
En la Figura Nº 114 se presentan, por un lado, los la carga de sedimentos aportados a la Baja Cuenca
caudales líquidos ingresantes al sistema, y por el (Brea, J.D.; Busquets, M.S.; Spalletti, P.D.; 1999).
otro, el contraste entre los caudales medidos y cal- En efecto, de acuerdo a lo previsto el análisis de 39
culados en El Colorado, para la situación con des- la dinámica del río se realizaría para los mismos
bordes. Puede observarse el buen ajuste logrado. escenarios de aplicación, a saber:
Si se la compara con la Figura Nº 110, que es su aná- * situación natural actual.
loga para la situación sin desbordes, se aprecia cla- * situación con los aprovechamientos de Arra-
ramente el descenso de los caudales máximos pro- zayal y Las Pavas, sobre el río Bermejo, y Cambarí,
ducido por el esquema de desbordes planteado. sobre el río Tarija, cuyo proyecto está siendo lle-
Aparece en este caso un comportamiento no ve- vado adelante por la Comisión Binacional para el
rificado en las crecientes anteriores analizadas. La Aprovechamiento de los Recursos de la Alta Cuen-
forma del hidrograma de caudales medidos en El ca del Río Bermejo y del Río Grande de Tarija.
Colorado denota la existencia de una cierta regula- * situaciones resultantes del análisis de pro-
ción, seguramente producida por el puente ante el puestas de manejo de cuencas que surjan del aná-
importante estado de inundación generado. Este lisis de las unidades de paisaje y mapas de pro-
hecho estuvo incorrectamente representado en el ducción de sedimentos o de otras acciones de gran
modelo, por falta de información específica. No escala que se identifiquen en la Alta Cuenca.