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PLAN DEPARTAMENTAL DE ORDENAMIENTO TERRITORIAL TARIJA
potencialidades más importantes están en una mayor intensificación de la producción agrícola bajo riego y
del uso más eficiente del agua en sus valles, ligada a la agroindustria.
El objetivo del Plan de Ordenamiento Territorial para el sector agrícola de este unidad es el de consolidar
una economía productiva, diversificada y competitiva interrelacionando fuertemente las áreas rurales con
las áreas urbanas, aprovechando con más intensidad el potencial agrícola y pecuario con que cuenta y las
oportunidades de crecimiento que ofrece su sector agroindustrial.
En las cabeceras de las cuencas y las riberas de los ríos Guadalquivir, Camacho y Tolomosa, la agricultura
intensiva requiere prácticas de conservación de suelos y control de riadas, complementado por programas
que estén dirigidos a realizar un manejo más eficiente del agua de riego desde la conducción hasta su
aplicación en el ámbito parcelario. La reforestación de estas tierras es una alternativa interesante. En el
caso de las llanuras fluviolacustres de Sella Cercado, Sella Méndez, Saladillo, Rancho Sud, Carachimayo,
Coimata, Chocloca, Calama y Corana el uso recomendado es el agropecuario extensivo.
Para potenciar las ventajas comparativas que ofrece el Valle Central, en todos los rubros, se requiere de
investigación aplicada y de la asistencia técnica para la introducción de variedades, material genético
mejorado, en general, para mejorar y especificar para diferentes condiciones agroclimáticas y sociales la
infraestructura y tecnología de producción. Esto debe permitir elevar los rendimientos y la calidad de los
productos, así como desarrollar y fortalecer las cadenas productivas agrícolas, que van de la producción,
el acopio, transformación e industrialización hasta la comercialización en los mercados de consumo.
Potencial para las hortalizas y tubérculos
El valle central es una importante área de producción de los cultivos tradicionales: papa, maíz, haba,
cebada, trigo y hortalizas. A pesar de los limitantes climáticos (granizo, heladas tempranas y tardías,
sequías) se cuenta con buen potencial para su intensificación, diversificación y especialización, existen
14.000 hectáreas con este potencial. En el caso de las hortalizas, dos son los cultivos que presentan una
buena rentabilidad: la cebolla y el tomate, mientras que existen rubros nuevos con perspectivas
interesantes como los espárragos, alcachofa y brócoli. En el Valle Central, las áreas con mayor potencial
para estos productos son las llanuras aluviales de los ríos Guadalquivir, Camacho y Tolomosa y en el área
de San Andrés en las terrazas y piedemonte que limitan con la Reserva Biológica Cordillera de Sama.
Potencial para la fruticultura y floricultura
La fruticultura es otro rubro de creciente aceptación en el mercado local y nacional; además de los
tradicionales como la uva y el durazno, se tiene la manzana, pera, nuez, ciruela, membrillo y otros.
También existen rubros nuevos, alternativos a los cultivos tradicionales, que tienen una mayor rentabilidad
como la frutilla y la frambuesa, entre otros. Las áreas con mayor potencial frutícola son los valles situados
alrededor de San Lorenzo.
El Valle Central también ofrece un buen potencial para la floricultura, un rubro con gran potencial de
desarrollo y que se desarrolla a pequeña escala con tecnología tradicional. Con el crecimiento de los
mercados urbanos y una infraestructura de transporte mejorada, sobre todo, con respecto al transporte
aéreo, el potencial crecerá. En similar situación se tiene el rubro de producción de plantas ornamentales y
otras especies no tradicionales, como plantas colorantes, saborizantes, etc.
PDOT Tarija 2005-2025, Propuesta para el Desarrollo e Integración Económica 262