Page 48 - PLAN METROPOLITANO AGUAS SUPERFICIALES TARIJA
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Planes Maestros Metropolitanos de Agua Potable y Saneamiento de Cochabamba, La Paz y El Alto,
Santa Cruz y el Valle Central de Tarija (Bolivia)
Informe Especial: Plan Maestro Integral de Agua y Saneamiento del Valle Central de Tarija
Un caudal de explotación de 300 l/s que significan 250 l/s para satisfacer la demanda adoptando un
tiempo de bombeo de 20 horas sobre 24.
Se puede indicar que el potencial de aguas subterráneas alcanza en el sitio de la ciudad a 500 l/s como
ha sido determinado por el balance hidrológico de los cuales se utilizan al presente 300 l/s, y con nuevos
pozos se llegará a 500 l/s, mientras que el en área de Tolosa y San Andrés el potencial es 1250 l/s y se
dispondrá de 180 l/s, teniendo presente que también se debe atender el sector agropecuario y de usos
doméstico en las poblaciones asentadas en el área.
6. LA INCIDENCIA DEL CAMBIO CLIMÁTICO
6.1 EFECTOS GLOBALES DEL CAMBIO CLIMATICO
En esta sección se presentan los resultados de una revisión bibliográfica en relación a los pronósticos
realizados mediante la aplicación de diferentes modelos climáticos globales, y los resultados o
inferencias obtenidas a nivel de Bolivia y la región del proyecto.
Se realiza también un intento de corroborar ciertos hallazgos mencionados en la literatura con análisis
sencillos de las posibles tendencias relacionadas con el comportamiento de las temperaturas promedio y
las precipitaciones anuales registradas en algunas estaciones existentes en el país, con registros lo más
extensos posible, como es el caso de San Calixto, que cuenta con registros de precipitación desde el
año 1917.
Sin embargo, por la naturaleza de los fenómenos asociados al proceso de cambio climático, que requiere
de la disponibilidad de registros centenarios, e incluso más largos, cabe indicar que las opciones de
análisis confiables y representativos son muy limitadas en nuestro país, debido a que por lo general la
longitud de los registros disponibles apenas cubren pocas décadas.
Respecto al fenómeno global del cambio climático, es bien conocido que el incremento de las
concentraciones atmosféricas de gases de efecto invernadero de origen antrópico, está elevando la
temperatura media de la superficie terrestre, conduciendo a modificaciones en la interrelación entre los
componentes del sistema climático. Se prevén consecuencias como aumentos en la frecuencia e
intensidad de eventos climáticos extremos (como ser: precipitaciones más intensas, concentradas en
determinadas zonas, con el consiguiente incremento de los caudales pico de crecida y la ocurrencia de
inundaciones más severas; concentración de las precipitaciones en periodos más cortos del año,
periodos de poca o ausencia de precipitación durante periodos más largos, incrementando por tanto los
periodos de sequía, el estrés hídrico y la necesidad de construir opciones de almacenamiento de agua;
etc.) u otros efectos crónicos que van agudizando la crisis de los sistemas naturales y humanos.
La investigación sobre la verdadera magnitud del cambio climático en el mundo y en Bolivia, en
particular, tiene altas incertidumbres debido a la limitada cantidad de información sistemática, sin
embargo, proporciona referencias sobre los posibles escenarios de cambio climático que se generarán
en el futuro, lo cual es de mucha ayuda para realizar algunas estimaciones sobre los posibles escenarios
de cambio en las características climáticas para determinar cuáles serán las condiciones futuras de los
recursos o los sectores críticos fuertemente dependientes del clima, entre ellos, la disponibilidad de
recursos hídricos.
Así, en la literatura se reportan efectos visibles del cambio climático en relación al agua. El Documento
VI del IPCC (EL Cambio Climático y el Agua, 2008), reporta para los tres últimos decenios, que América
Latina ha estado sometida a los impactos siguientes en relación con el clima, algunos de ellos vinculados
a los episodios de ENOA (El Niño Oscilación Austral).
Aumento de la frecuencia de extremos climáticos tales como crecidas, sequías o deslizamientos
de tierra por ejemplo, las intensas precipitaciones de Venezuela (1999 y 2005); la inundación de
la Pampa argentina (2000 y 2002), la sequía del Amazonas (2005), las destructivas tempestades
de granizo de Bolivia (2002) y de Buenos Aires (2006), el ciclón Catarina en el Atlántico Sur
(2004), o la estación de huracanes de 2005, sin precedentes en la región del Caribe). La
frecuencia de desastres relacionados con el clima aumentó en un factor de 2,4 entre 1970-1999
y 2000-2005, continuando así la tendencia observada durante los años 90. Sólo se ha
INFORME ESPECIAL Nº 1: AGUAS SUPERFICIALES DE TARIJA, SAN LORENZO, URIONDO Y PADCAYA 40