Page 23 - Proyecto de Gestión Integrada de las Presas
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considera más remota (pero posible) la posibilidad de brotes de encefalitis introducidos po r
aves migratorias atraídas por los embalses y que anteriormente no eran frecuentes en la zona.
Las presas y embalses asociados forman una barrera física que interrumpe el tránsito de faun a
terrestre y bloquea la migración de peces. Esto último tiene especial importancia porque, com o
se describió en el subcapítulo 2 .1, los ríos Bermejo y Grande de Tarija, son áreas de desove de
varias especies de peces de importancia biológica, deportiva y comercial . Lamentablemente el
EAM no realizó una valoración de las pérdidas económicas que implicarían para la población
local la disminución y/o extinción de esas especies . Tampoco se estimó el impacto sobre el
turismo y sobre las condiciones de vida de algunas comunidades, para las que la caza y l a
pesca pueden representar fuentes importantes de proteínas.
Los tres embalses inundarán una superficie total de 9780 hectáreas (aproximadamente 6000
en Bolivia), calculada para el nivel máximo de operación . Esta superficie se incrementa si se
considera el nivel de crecidas extraordinarias y la franja de seguridad . De ese total, 3260
hectáreas corresponden a Las Pavas, 3770 a Arrazayal y 2750 a Cambarí (tabla 2 .3) . Gran
parte del área . a inundarse por Arrazayal en territorio boliviano está ocupada por áreas
cultivadas pertenecientes a las comunidades mencionadas anteriormente y el resto por bosque s
primarios y secundarios en ambos países . En cuanto al embalse de Las Pavas, si bien ocuparí a
un sector de áreas cultivadas y zonas en estado de conservación medio-bajo, también inundarí a
500 hectáreas del Parque Baritú (0 .7% de su superficie) en territorio argentino y parte de l
corredor biológico entre Baritú y Tariquia, que se considera importante para mantene r
poblaciones mínimas viables en ambas áreas protegidas . El embalse de Cambarí inundarí a
cerca de 2000 hectáreas de la Reserva Tariquia (0 .8% de su superficie) . La superficie restante
son bosques primarios hacia los cuales se ha propuesto extender la Reserva .
La superficie a inundarse pertenece al piso inferior de la selva montana, uno de los sectores d e
mayor biodiversidad de los Yungas tucumano-bolivianos (ver 2 .1). Algo más de la mitad de
esa superficie (casi el 100 % en el caso de Cambarí) está ocupada por bosques en buen estad o
de conservación, lo que implica la pérdida de ecosistemas terrestres . Sin embargo, el EAM
considera que estas pérdidas son locales, afectan una superficie relativamente pequeña y n o
representan un riesgo grande para la totalidad del sistema . Sin embargo, considera fundamental
el corredor biológico Baritú-Tariquia para asegurar el flujo genético de las poblaciones . En el
caso de Cambarí, se acepta que las pérdidas de ecosistemas terrestres pueden extenderse má s
allá del área ocupada por los embalses, debido a que los caminos nuevos pueden provocar un a
mayor intervención antrópica, furtivismo y deforestación . Asociado a las pérdidas de
ecosistemas terrestres, al aumento de las superficies agrícolas e incluso a la relocalización d e
los pobladores afectados, se prevé una disminución de las poblaciones de varias especie s
animales.
Sin embargo, el impacto más concreto que se prevé es la pérdida de ,fauna acuática, asociada
principalmente a que las presas provocarán la interrupción de las migraciones naturales d e
aquellas especies de peces que utilizan la alta cuenca del río Bermejo para su ciclo de vida, l o
que implicaría grandes cambios en la estructura y dinámica de la fauna íctica de los cursos d e
agua de la región, con los consiguientes efectos sobre la biodiversidad acuática y lo s
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