Page 24 - Proyecto de Gestión Integrada de las Presas
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pobladores locales . Puede ocurrir además cambios en la cadena trófica, con el aumento de las
presas ante la disminución de las especies migratorias predadoras . Estos cambios son muy
difíciles de mitigar.
El EAM asume que la sismicidad inducida por los embalses no será mayor a la sismicidad
natural del área, que es considerable y debe tomarse en cuenta en el diseño de las obras .
También se considera poco probable que los embalses provoquen un incremento notable de
los derrumbes y deslizamientos, ya que estos fenómenos se vinculan generalmente a sitio s
sensibles a la modificación rápida del nivel freático, lo que no es el caso porque los suelos so n
someros y la roca es subaflorante . De ocurrir deslizamientos, estos serían puntuales . Sin
embargo, se reconoce que la vegetación ha impedido un reconocimiento directo y detallado de l
terreno por lo que las afirmaciones no son concluyentes .
La sedimentación a producirse en los embalses, además de ser un impacto de importancia ,
puede definir su vida útil económica . Los Estudios de Hidrología y Sedimentología de 199 6
(COREBE) estimaron que los embalses tendrían vidas útiles muy cortas . En el caso de Las
Pavas se estimó que el volumen muerto se colmataría en sólo 30 años, en Arrazayal en 100
años si se construía Las Pavas y 35 en caso contrario y en Cambarí, los sedimentos ocuparían
el volumen muerto en un lapso estimado entre 70 y 90 años . Sin embargo, los nuevos estudio s
realizados para el Anteproyecto Definitivo (COREBE, 1998) cambiaron radicalmente este
panorama, estimando vidas útiles superiores a los 200 años para los tres embalses (ver tabl a
2.3) . En el caso de Las Pavas, este cambio se vio fuertemente influenciado por los nuevo s
estudios topográficos a escala más detallada que mostraron que el embalse tenía una capacida d
mucho mayor a la calculada inicialmente (aproximadamente un 70-80% más), lo que también
sucedió en Arrazayal y Cambarí, aunque en menor magnitud (30 y 10 %, respectivamente) . Sin
embargo, cambios tan grandes en los resultados se deben también a que se utilizaron modelos
matemáticos diferentes (HEC-6 en el Anteproyecto Definitivo y FICH en el estudio de 1996) y
probablemente a que se estimaron coeficientes de atrape más bajos para los estudios recientes .
El régimen hidrológico aguas abajo de las presas será profundamente modificado. En primer
lugar, los caudales mínimos mensuales garantizados 100% del tiempo (45 a 55 m 3's, tabla 2 .3)
son muy superiores a los caudales mínimos mensuales de estiaje, del orden de 8 m 3/s en el
lugar de las presas según la tabla 2 .1 . El caudal de 8 m3/s representa también el cauda l
ecológico mínimo que se deberá erogar aún cuando no estén funcionando las centrales . En
segundo lugar, tanto las crecidas extraordinarias como las ordinarias serán laminadas y ademá s
disminuirá la frecuencia de estas últimas, como ya se mencionó anteriormente . Esto última
hará posible extender la frontera agropecuaria en el Bermejo Medio hacia cotas inferiores y a
que disminuirá la probabilidad de anegamiento . Por otro lado, la disminución de la superfici e
inundada se traducirá en pérdidas directas de hábitat para la fauna acuática .
Las presas producirán cambios morfológicos y del cauce aguas abajo, en primer lugar por la
disminución del aporte de sedimentos, ya mencionada anteriormente . Según el mismo estudi o
de Brea et al (1996), la regulación de los caudales del río principal aguas arriba de l a
confluencia con uno de sus tributarios, puede traer efectos indeseables si por ejemplo, dicho
tributario es un gran aportante de sedimentos . Al reducirse los caudales de crecida del rí o
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